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La exportación de servicios globales representa el 20% de las ventas al exterior de Uruguay

En la apertura de la jornada sobre servicios globales junto al director de Uruguay XXI Antonio Carámbula y el representante del BID Juan José Taccone, el ministro Danilo Astori se refirió a la importancia de esta actividad a la vez que destacó las acciones del país para favorecer el clima de negocios. (9-03-2017)

El ministro de Economía y Finanzas, al participar en el acto de apertura de la segunda jornada The Uruguay Business Experience, organizada por el Instituto Uruguay XXI indicó que “nos estamos refiriendo a tres categorías de actividades, cuando hablamos de servicios globales, por oposición a los que son tradicionales”.

“Por un lado los procesos de negocios, aquellos que tienen que ver con la contabilidad, con las finanzas, con la gestión de compras.

Por otro lado procesos de investigación, donde es fundamental la presencia de trabajo altamente calificado y donde están en juego temas de creación de conocimiento, difusión del mismo, incorporación a otras actividades a través de la innovación.

Y una tercera categoría que es la que todos conocemos genéricamente como tecnologías de la información.

Estas tres actividades, que son aquellas que conforman el conjunto de servicios globales, en los últimos años se han venido expandiendo y difundiendo a través del mundo por dos vías fundamentales: la vía del offshoring, cuando hay un redespliegue de estas actividades, instalando filiales de locales centrales a lo largo y a lo ancho del mundo; o la vía del outsourcing, cuando hay una asociación con una empresa no vinculada al núcleo central. Y esto ha venido avanzando muchísimo y a una gran velocidad en el mundo actual.

Si tuviéramos que elegir el mayor grado de dinamismo que vemos en las actividades económicas en el mundo concebido globalmente en los últimos 10 años este ha sido el conjunto de actividades más dinámicas que se ha podido percibir.

Comparémoslos con los otros servicios que también han venido creciendo a un ritmo muy destacado. Me refiero a los tradicionales, que también podemos ubicar en dos categorías: el turismo y los servicios logísticos, que crecieron a un promedio de 5 por ciento anual.

Y estas tres categorías de servicios globales que señalábamos más arriba crecieron significativamente más: crecieron a un 7 por ciento acumulativo anual de promedio en todo el mundo. Y representan en la actualidad más de la mitad de todas las exportaciones de servicios.

Son, además de estas características cuantitativas del dinamismo, servicios que agregan valor a
otros en lo que es la estructura productiva que tiene un país. Y agregan valor a otros convirtiendo ventajas comparativas congénitas -que puede tener un país- en ventajas competitivas dinámicas. El Uruguay es un ejemplo de eso.

Porque la suma de servicios globales, y particularmente de tecnologías de la información, a la producción agroalimentaria uruguaya le ha dado a esta última un carácter tan asociado precisamente al conocimiento y por otra parte a condiciones de competitividad distintas a las tradicionales que terminan con una discusión que va quedando obsoleta que es la primarización de la economía. O el hecho de afirmar que Uruguay, por ejemplo, es un exportador de commodities.

Esta discusión cambia radicalmente con la incorporación de los servicios globales a la producción tradicional del país en materia agroalimentaria, para poner un ejemplo.

Pero si ahora generalizamos ese ejemplo, ¿qué se aprecia en los servicios globales? Se aprecia transversalidad, que va tejiendo una trama de alta productividad y competitividad en toda la economía.

Obviamente que esto se vincula, en una forma muy directa y muy clara con necesidades estratégicas, ya no de Uruguay sino de muchos países y en particular de muchos países de América Latina y el Caribe: la apertura de la economía, las condiciones cada vez mayores de competitividad, la competitividad a través de la incorporación de conocimiento, la innovación. Y por supuesto asumen precisamente el carácter estratégico de nuestra convocatoria de hoy, que pone el foco en Uruguay como plataforma estratégica para los servicios globales.

Este es el significado del uso de esta expresión que no es para nada exagerado, dado el papel que están cumpliendo los servicios globales. Uruguay no ha sido una excepción.

En Uruguay es también la actividad de mayor dinamismo en los últimos años, por lejos.

En los últimos 25 años los servicios globales se multiplicaron por 20 en Uruguay, en cuanto al volumen y a su capacidad exportadora. En 1990 la exportación de servicios globales de Uruguay representaba el 2 por ciento de todas las exportaciones. Hoy está superando la quinta parte del total de las exportaciones del país.

Podrán imaginar ustedes que estamos, desde nuestro punto de vista, ante una situación absolutamente destacable para la cual Uruguay ha creado un adecuado clima de negocios, basado en tres pilares fundamentales.

Por un lado una institucionalidad propicia para promover el desarrollo y el crecimiento de este sector. Me estoy refiriendo por un lado a las instituciones especializadas. Por ejemplo la Agencia Nacional de Investigación e Innovación.

Por ejemplo el Laboratorio de Tecnología que tiene Uruguay funcionando en estrecha colaboración con la Agencia. Por ejemplo los centros de investigación, privados y públicos que el país ha promovido actúen en red para tener resultados positivos más importantes.

En segundo lugar ha generado estímulos económicos importantes, sobre todo desde el punto de vista tributario, cosa fundamental para la creación de un clima de negocios que promueva la inversión en el sector y obtenga los resultados que todos esperamos.

Y finalmente, orden macroeconómico, sin el cual ninguna actividad tiene asegurado un proceso positivo a mediano y a largo plazo.

Y cuando digo orden macroeconómico me refiero a las herramientas fundamentales de la política económica: la monetaria, la cambiaria, la fiscal, la política de ingresos.

Desde ese punto de vista, entonces, los resultados que ha obtenido Uruguay han sido buenos, lo que no significa que no debamos seguir trabajando en una agenda que siga mejorando las condiciones de estos procesos.

En primer lugar a seguir progresando en el estatus jurídico institucional de los servicios globales, lo cual tiene varios temas en los que se puede trabajar.

Los servicios globales, y particularmente la tecnología de la información, cuando tenemos un gobierno como el que tenemos en Uruguay, que quiere avanzar en el gobierno electrónico, nos exige la necesidad de tener muy claro cuáles son las relaciones entre el sector público y el privado en el avance de la aplicación de la tecnología de la información a temas de gobierno.

Servicios globales, y particularmente tecnologías de la información, son un sector que nos exige avanzar en la propiedad intelectual y en su protección para defender los derechos del creador.

Servicios globales se apoya, por su propia naturaleza, en una capacidad de creación permanente, y esa capacidad de creación hay que protegerla, con una adecuada institucionalidad en materia de protección de los derechos del creador.

Servicios globales, por ejemplo, en términos generales con prácticamente muy poco o nulo desempleo. Es más, se puede hablar de desempleo negativo, en el sentido de que las necesidades de fuerza de trabajo calificada, superan las posibilidades de proveer esas necesidades.

Lo que, dicho sea de paso, le plantea un desafío muy importante al país en materia de progresos en materia de creación de conocimientos, de innovación, etc.

Servicios globales es un sector en el que se trabaja de una manera distinta al resto de las actividades de la economía. Se trabaja por proyecto. Cosa que no ocurre en otros sectores. Y eso exige un aproximación especial que también hay que tener en cuenta.

Tenemos que avanzar asegurando además de lo que ya veíamos en cuanto al clima de negocios una mayor vinculación de esta actividad con la disponibilidad de recursos financieros. Vinculando su financiamiento con las bolsas de valores, para las cuales sería una oportunidad para que también encuentren nuevas instancias de convocar al ahorro de la sociedad para impulsar esta actividad.

Cuando digo ahorro me refiero incluso al ahorro de menor alcance, minorista, por así decirlo.

Y tenemos que avanzar en materia infraestructural. Por supuesto que aquí Uruguay tiene varios aspectos a tener en cuenta.

En algunos estamos muy bien, como en telecomunicaciones, donde Uruguay ha logrado avances muy importantes, y es por definiciones un sector fundamental para servicios globales, y en particular para tecnologías de la información. Pero hay otros rubros en los que es necesario que el país también siga progresando y acepte el desafío para alcanzar mejores resultados de la actividad”.