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INVIERTA EN PANAMÁ
Escrito por: Osvaldo Lau C. – olau@csitaxpanama.com
La inversión, en el argot económico, es la colocación de capitales en un proyecto o iniciativa empresarial con el fin de obtener beneficios económicos. Toda inversión, aun cuando el factor riesgo siempre está presente, es una oportunidad de generar riqueza (utilidad) acorde con el monto de la inversión, el trabajo y el tiempo.
La República de Panamá, además de su posición geográfica, la dolarización de su economía y su sostenido crecimiento, ofrece a la inversión privada diversos atractivos fiscales, empezando con el Régimen de Estabilidad Jurídica de las Inversiones (ley 54 de 1998) y siguiendo con los incentivos fiscales para el desarrollo de ciertas áreas geográficas y actividades económicas especiales.
La actividad agropecuaria, por ejemplo, tiene a su haber la concesión de préstamos con intereses preferenciales, e incentivos tributarios para exonerar el impuesto sobre las utilidades y el impuesto de inmuebles, bajo ciertas condiciones. Además, están los incentivos para la inversión en la reforestación (ley 24 de 1992), las normas referentes a las garantías a la actividad agropecuaria (ley 25 de 2005), los certificados para fomentar las exportaciones agropecuarias (ley 82 del 2009), la ley para para apoyar al sector agropecuario ante las contingencias climatológicas adversas (ley 24 de 2001), los incentivos para la promoción y modernización del sector agropecuario y agroindustrial (ley 105 del 2013) y los beneficios a la producción de granos (ley 107 de 2013).
En cuanto a zonas libres o de libre comercio, en Panamá compiten entre sí diferentes zonas especiales muy atractivas pero con diferentes condiciones y beneficios: ahí están la Zona Libre de Colón con una edad de más de 60 años de éxitos, las Zonas Francas amparadas con una ley de reciente data con beneficios fiscales especiales, el Área Económica Especial Panamá Pacífico mejor conocida como Howard con beneficios fiscales extraordinarios, las Zonas Libres de Petróleo, la Zona Franca del Barú, la Sede de Empresas Multinacionales y la Fundación Ciudad del Saber.
Para las inversiones en actividades turísticas también se ofrecen importantes incentivos tributarios, que cubren el impuesto sobre las utilidades, el impuesto de importación, el impuesto sobre bienes inmuebles y el impuesto al capital. Los incentivos están dirigidos al hospedaje público turístico, al turismo de naturaleza, aventuras, sol y playa, al turismo de convenciones y exhibiciones, al turismo náutico para cruceros, marinas y muelles, al agroturismo, turismo rural, ecoturismo, al turismo deportivo, científico, cultural, étnico, y de salud, parques de diversiones, acuarios, museos privados y delfinarios.
Las inversiones que se realicen en la generación de energía eléctrica también tienen interesantes incentivos tributarios sobre la importación, exoneración del impuesto sobre las utilidades (ISR), exoneración del impuesto al consumo (ITBMS), tope máximo del impuesto a la propiedad inmobiliaria (IBI) y exoneración sobre el capital de la empresa. Para ello basta darle un vistazo al marco regulatorio general, que incluye las plantas de generación hidroeléctrica y geoeléctrica (ley 6 de 1997), a la ley sobre las minihidroeléctricas (ley 45 de 2004), a la de la energía eólica a partir de la biomasa (ley42 de 2011), a la que regula las centrales eólicas (ley 44 de 2011), a la que corresponde a las centrales generadoras en base a gas natural (ley 41 de 2012), y a la ley sobre las centrales y/o instalaciones solares (ley 37 de 2013).
Y aún hay mucho más…
CÁPSULA FISCAL – es preciso advertir que Panamá no es un paraíso fiscal como muchos creen y critican. El país tiene impuestos, como en toda otra jurisdicción, a la generación de rentas, a las ganancias de capital, al patrimonio, a la propiedad inmobiliaria, al consumo, y a la importación, algunos de ellos muy competitivos a nivel global. Así como los incentivos (exoneraciones) es la inversión del Estado en el sector privado, los impuestos que paga el sector privado al Estado son inversiones cuyo principal dividendo es el clima de seguridad que exige la inversión privada y la paz social que necesitamos. En fin, los impuestos, que a muchos no agradan y otros no pagan, constituyen la inversión necesaria para vivir en un paraíso como Panamá y que todavía está por descubrir su total potencial.